Cambiar de carrera a los 30: Amor propio disfrazado de locura



La vida profesional está plagada de momentos aterradores: Aplicar a tu primer trabajo, pedir un aumento de sueldo, enfrentar un despido, incluso el tener soportar a aquél jefe iracundo que casi todos hemos tenido. Pero ninguno de estos hitos profesionales se compara con el momento en que decides cambiar de carrera.  Las razones de una decisión de esta índole pueden ser muy variadas; ya sea que tu trabajo no te llena, te sientes en un callejón sin salida, el dinero no te alcanza o simplemente te diste cuenta que realmente no te gusta lo que haces. Sea cual sea la razón, cambiar de carrera no es algo fácil, pues es una decisión que conlleva sacrificios y una determinación estoica para alcanzar el éxito profesional en un nuevo camino.

Hay quienes toman esta decisión de forma más temprana que otros, quizá durante los primeros semestres de la carrera que están estudiando o tal vez al terminar de estudiar, cuando se enfrentan con la realidad del mundo laboral.  Hay otras personas, un poco más afortunadas, quienes alcanzan el éxito profesional en un área y al verse en una situación de libertad financiera deciden emprender sus sueños haciendo eso que siempre habían querido, llevados más por la pasión que por el dinero, pues cuentan con un sustento para hacerlo, sin depender del éxito o fracaso económico que resulte. Pero hay un tercer grupo de personas que, en mi opinión, lo tienen mucho más difícil, y son aquellos que sin haber alcanzado el éxito profesional, han dedicado ya varios años a una carrera, habiendo estudiado la licenciatura y dedicado tiempo a ejercer y capacitarse, sólo para darse cuenta que lo que han estado haciendo de su vida no es lo que realmente quieren hacer el resto de ella.

Yo estoy en ese último grupo. 

Si te sientes identificado con esta situación, podría apostar que rondas los 30 años, y créeme que a nuestra edad llegar una decisión así es aterrador. Es desalentador. Incluso pareciera una locura. Abres tus redes y ves historias de cómo tus amigos están despegando sus carreras. Cómo ascendieron a un puesto gerencial a tu compañero de clase. Ves cómo tu amigo de la primaria está emprendiendo su propio negocio. Ves viajes, compras, inversiones. Todos tus contactos parecieran personas felices y exitosas. Y de pronto te parece que iniciar de nuevo es un suicido profesional. "¿Qué es lo peor que puede pasar si sigo en mi trabajo?" Te comienzas a cuestionar, arrepentido, pero sabes muy en el fondo que seguir en tu camino actual no es una opción. Sencillamente porque una vez que te lo has planteado, esa inquietud no te dejará en paz. 

Es por esto que he preparado esta guía, para que, como yo, tomes una decisión informada y sobre todo segura, ya que para empezar de cero necesitarás de disciplina, constancia y determinación.

¿Cómo saber si debo cambiar de carrera?

Éste es el primer paso. Debes delimitar y decidir si realmente lo que quieres es cambiar de carrera o si simplemente estás en la profesión que te gusta y solamente estás en una mala racha. Para decidir sobre este primer paso y sobre todo el más importante, te propongo un ejercicio sencillo pero muy poderoso: Pregúntate ¿Si no existiera el dinero, qué te gustaría hacer todos los días de tu vida? ¿Te ves a ti mismo levantándote todos los días para hacer lo que haces sin recibir dinero a cambio? 

Si la respuesta a la última pregunta es sí, felicidades, eres de los pocos afortunados que está haciendo lo que le gusta hacer y encima estás recibiendo dinero por ello. Pero si la respuesta es no, debes enfocarte en contestar la primer pregunta. 

¿Qué es eso que harías con gusto todos los días si no tuvieras que ganar dinero? ¿A qué dedicarías tu existencia en este mundo para sentirte pleno con el tiempo que pases aquí?

En esta respuesta está la clave. Porque debes darte cuenta que aunque suene a cliché, la vida solamente es una y tiene un tiempo definido (desconocido, sí, pero finito), y un trabajo nos consume prácticamente un tercio de ese tiempo. Así que ¿por qué no invertir ese tercio de tiempo de vida en algo que nos haga felices y no en algo que nos hace miserables?

"Sí, sí. Esto suena demasiado bien, ojalá todos nos pudiéramos dedicar a lo que nos gusta, pero tenemos qué comer ¿no?" Claro. Lamentablemente la sociedad capitalista demanda un papel moneda a cambio de los bienes necesarios para vivir (comida, agua, techo) y ésta demanda de dinero aumenta conforme más comodidades y lujos quisieras tener. Pero si estás leyendo esto es porque lo que estás haciendo de tu vida profesional hasta ahora te tiene fastidiado y has llegado al punto en que comienzas con estos cuestionamientos. Éste ejercicio de reflexión sirve para darte cuenta qué tan alejado estás de tu vida ideal y así puedas tomar una oportunidad en el mundo laboral que se asemeje a esa vida que deseas. 

Te voy a poner un ejemplo. Digamos que respondes a esa pregunta diciendo que a ti lo que te gustaría hacer todos los días es darte un chapuzón en una alberca  para hacer un poco de ejercicios por la mañana y por la tarde tener el tiempo libre para salir con tus amigos. Pero nadie te va a pagar por eso, ¿verdad?

¿Y qué hay si te dijera que puedes unirte como instructor a una escuela de natación por las mañanas? O quizá te vuelvas entrenador personal. O te enfoques en crear tu propia escuela de natación. O quizá si tienes la condición te conviertas en un atleta olímpico. Éste ejemplo burdo te puede dar una idea de a lo que me refiero. Para saber si debes cambiar de carrera debes preguntarte qué son aquellas cosas que te gusta a hacer y que disfrutarías haciendo todos los días, para de ahí partir para buscar oportunidades de trabajo que se relacionen de manera cercana a esta pasión.

Si la respuesta ya es cercana a lo que actualmente haces, quizá solo necesitas cambiar de empresa, o buscar oportunidades de crecimiento que te hagan sentirte más pleno. Pero si lo que haces actualmente y lo que te gustaría estar haciendo no empatan en lo absoluto, es la señal más clara de que es momento de cambiar de carrera.

Ya he decidido cambiar de carrera ¿Ahora qué?

 Si has definido tus intenciones de cambiar de carrera, muy seguramente aún te sientas perdido y aterrorizado con lo que sigue. Dejar tu trabajo te hará sentir como un pez fuera del agua. Te estarás enfrentando a un mercado laboral para el que tienes poca o nula experiencia, pero ahora a tus 30. Cuando sientes que ya no hay tiempo para volver a estudiar y prepararte.

Como he dicho antes, una decisión sí no es nada fácil. Cambiar de carrera a los 30 va a implicar el doble de esfuerzos que cuando recién egresaste. Ahora las empresas querrán que a tu edad tengas un mínimo de cinco años de experiencia y tú podrás sentir que no tienes nada que ofrecer. 

Para abatir este sentimiento de falta de experiencia, debes estructurar un plan. Empieza por hacer un listado de todos tus talentos y habilidades que consideres valiosas y que se relacionen con el área de trabajo que estás buscando. Es muy probable que te des cuenta que ya cuentas con ciertas habilidades y talentos en esa área que te apasiona, y esto es debido a que cuando sabes lo que te gusta hacer, muy seguramente lo haz hecho con anterioridad como un pasatiempo, y es momento que ese pasatiempo te dé frutos.

El siguiente paso es empezar a armar un portafolio. Siempre es necesaria una muestra de tu talento para que las empresas puedan ver lo que eres capaz de hacer y quieran contratarte. Hay muchos formatos y estilos para presentar un portafolio, y dependerá del nuevo camino que hayas escogido. 

"Pero no tengo nada de experiencia, mi portafolio está vacío".  Claro, es muy seguro que no tengas un registro de lo que sabes hacer en esa nueva carrera, pero es muy válido crear trabajos ficticios donde demuestres tus capacidades, lo importante es el contenido de lo que estás ofreciendo y no las empresas para las que hayas trabajado. Si lo que a ti te apasiona es el diseño de ropa, llena tu portafolio de dibujos de conjuntos y estilos que hayas diseñado tú. Si como yo, decidiste convertirte en escritor, pues comienza a escribir. Redacta artículos, investigaciones, opiniones, y dales el formato adecuado para incorporar esos trabajos a tu portafolio.

El tercer paso del plan, y en el que debes enfocar tus energías para salir avante es la perseverancia. Una vez que comenzaste a armar un pequeño currículo es hora de tocar puertas. Preséntate en las empresas que se dedican a lo que quieres hacer y pídeles trabajo. Está pendiente de las ofertas de trabajo relacionadas a esta nueva área y continúa enviando tu currículo. Pronto, alguna de esas empresas apreciará tu talento y te ofrecerá un trabajo.

Como consejo adicional, síguete preparando. Busca cursos en línea, talleres y diplomados de tu nueva carrera para prepararte constantemente. Si bien es cierto que quizá no sea momento de volver a estudiar una licenciatura, siempre habrá tiempo para seguirte actualizando y preparando.

Como ves, cambiar de carrera a los 30 puede parecer una locura, pero en mi experiencia, buscar dedicarte a lo que te gusta y hacerlo todos los días, es una gran demostración de amor propio  Si eres constante y perseverante tarde o temprano comenzarás a trabajar en ese trabajo soñado. Y citando la  célebre frase de Confucio "Elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida".

Comentarios

Entradas populares