Miedo

" Lo que aprendí de la guerra [...] es que el miedo es lo mejor que tenemos a nuestro favor. Nos da una manera de ver el mundo que, aunque un poco sesgada, se excede por el lado de la precaución, lo cual, por regla general [...] te mantiene vivo por un día más, [...] alejado de los problemas."
- John Katzenbach, El Profesor.



Yo conozco el miedo muy de cerca. No hablo que sea un dare devil ni nada de eso, sin embargo sé y reconozco que a lo largo de mi vida he sido temeroso, aprensivo, reservado. Tengo una personalidad que se basa en la precaución, en el miedo, en el respeto a la autoridad. 

El miedo puede actuar de muchas maneras en una persona, sin embargo sé que a mí me ha ayudado algunas veces. Cuando leí por primera vez ese párrafo de mi autor favorito me sentí sumamente identificado. Esa es mi manera de ser. Enfrento la vida como mi guerra personal. Ahora que lo escribo puede parecer un poco cobarde. La vida está para gozarla y no para sufrirla, lo sé, pero esta actitud me ha hecho tomar ciertas decisiones.

Escribo esto porque el viernes pasado recibí una llamada a mi negocio de una persona identificada como un ingeniero algo. En una manera de hablar muy propia se presentó y me dijo que hablaba de parte del gobierno para un asunto delicado. Poco a poco con cierto tono autoritario fue dándole vueltas al asunto hasta que me dijo que era parte de un cartel de drogas local. Inmediatamente, presa del miedo, pero intentando no aparentarlo, me despedí cordial y tajantemente, y colgué. Me dio miedo, mucho, pues se trataba de un intento de extorsión. Fue el miedo en esa ocasión el que me hizo reaccionar de manera rápida y cortar la comunicación antes de que cualquier cosa que dijera aquel hombre se me metiera en la cabeza y me hiciera cometer alguna estupidez. Entre las cosas que me dijo afirmaba que iba camino al negocio, cosa que por supuesto nunca pasó, pero cuando te hablan saben tu nombre tu domicilio y señas del local de manera tan acertada que piensas que es real. Investigué un poco después y averigüé que son llamadas al azar con un poco más de lógica encontré que toda la información que me proporcionó se encuentra tal cual me la dijo en las páginas amarillas en Internet, y nada como una visita rápida a Google Maps para averiguar como luce la fachada.

En fin, todo quedó en un susto.

 Por ello escribo ahora, para hablar un poco de ese tema. Quiero decir que el miedo no es malo, sabiéndolo usar, y no te hace cobarde como muchos creen. Las personas le tienen ese estigma al miedo, lo ven como inútil, estorboso, negativo y dañino, pero en mi experiencia sé que no.

El miedo es un instinto natural, es un reflejo que se puede volver tu herramienta más valiosa o tu condena, depende como lo uses en ti vida.

En una ocasión escuché que los valientes no son aquellos que no tienen miedo sino aquellos que se atreven a pesar de éste.

Hay que ver el miedo como un aliado y no como un impedimento. Cambia tu mentalidad, se vale tener miedo al fracaso, pero no dejes que se convierta en sinónimo de no intentar algo, por el contrario deja que el miedo al fracaso te invite a redoblar esfuerzos para conseguir eso que quieres.


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