Cambios




"Nunca cambies..."

Aún recuerdo las últimas palabras que crucé con algunos compañeros de la preparatoria, incluso de la secundaria. Al finalizar los ciclos escolares nos llenábamos los unos a los otros con mensajes alentadores, mensajes de cariño y mensajes de amistad, y curiosamente todos culminaban con ésta famosa petición: "nunca cambies".

Creo que pedirle a alguien que nunca cambie no es sincero, además de imposible. Es una promesa que se rompe al día, mes, o año siguiente. Simple y sencillamente, la vida es un constante cambio. Éso es precisamente lo interesante, pues si no cambiáramos, si todo siguiera igual, se acabaría la magia que cada quien tiene de poder cambiar lo que hay alrededor, de poder cambiarse a si mismo, de seguir avanzando.

Hoy estoy escribiendo esto a 2 días de la ceremonia de graduación de mi carrera universitaria. Aún recuerdo a ese adolescente inseguro, confundido, descuidado y solitario que hace poco menos de 5 años terminaba una etapa más en su formación, la preparatoria.

Me dí cuenta de esta petición tan absurda hace unos días, cuando en la presentación del proyecto final de mi carrera subí al estrado y expuse lleno de confianza y seguridad un proyecto muy interesante de una manera profesional. Los mentores me felicitaron por mi desempeño y mi capacidad oral. En ese momento recordé como, cuatro años y medio atrás, llegaba a la universidad y, temeroso de participar, buscaba aquellas butacas al fondo del salón, evitando a toda costa llamar la atención o pasar al frente.

Veo atrás y recuerdo con gratitud lo que era, y, aunque no me gustaba ser aquél joven, lo veo con gratitud, por que ese joven, con tantos defectos e inseguridades, luchó a su manera y llegó hasta donde estoy ahora.

Aún recuerdo mis pasatiempos y conservo los más arraigados. Sin embargo, lo mejor de aquél ayer y el día de hoy no es lo que aún llevo conmigo, sino todo lo que he dejado ir y todo lo que he cambiado.

Veo a ese joven y sé que no podría haber sido diferente, sé que no podría regresar y decirle "nunca cambies", pues fueron esos cambios, esos conflictos, alegrías, retos, despedidas y experiencias los que me han permitido seguir vivo, seguir adelante y disfrutar de la vida.

No digo que hoy sea quien quiero ser, pues sino se habría acabado la vida para mí. Pues eso es la vida, un camino de constante cambio y, si lo haces bien, de constante mejora. 

Estoy sumamente agradecido con la experiencia universitaria porque, semestre a semestre, cambié, avancé y crecí. Sinceramente dudo que aquellas personas que me pidieron que nunca cambiara fueran honestas en su petición y quisieran verme aún tímido, inseguro, solitario. Estoy contento con todas las personas, situaciones y experiencias que me hicieron cambiar, y sé que ahora entro a una etapa con aún más cambios. Es momento de buscar un trabajo, formar una familia y hacerme una vida, y sé que paso a paso, dejando ir algunas cosas y dejando entrar otras iré logrando todas las metas que tengo por delante.

Dicen que lo importante no es lo que se queda, lo realmente importante es aquello que dejamos ir.

Comentarios

Entradas populares