Tu zona de confort



Todos tenemos zonas de confort. Todos tenemos espacios, instancias y situaciones de nuestra vida donde nos sentimos seguros y cómodos.

Y debo decir que lamentablemente la vida está fuera de esta zona. Digo lamentablemente porque, ¿por qué salir de esta zona tan cómoda? ¿Por qué abandonar esa zona donde podemos ser nosotros mismos, sin tapujos, sin limitaciones, sin máscaras? Sencillo, porque fuera de esta zona es donde la magia sucede y donde la vida empieza.

Hace un par de semanas un profesor me invitó a participar en este concurso de diseño de edificios sustentables donde haría pareja como ingeniero con un(a) arquitecto(a) desconocida y probaría mis conocimientos ante un jurado calificado.

De inmediato sentí un pequeño malestar, pues así se manifiesta la incomodidad. No sabía quién sería esta otra persona. No estaba seguro de poder desempeñarme adecuadamente. Ni siquiera sabía que me tocaría hacer. Sin embargo lo hice. Fui al evento nervioso y ansioso, repasando apuntes de clases pasadas y tratando de recordar qué sabía hasta el momento de la ingeniería y como aplicarlo.

Resultó ser de las tardes más fascinantes que pasé en la universidad. Conocí a esta linda chica de arquitectura con la que hice equipo, compartimos unas cuantas risas e ideas, y, en un concurso donde teníamos que diseñar el edificio en media hora, demostramos ante el jurado lo que sabemos y pasamos a la semifinal sin estar preparados.

Me sentí increíble, lleno de confianza y seguro de mí. Había demostrado mis conocimientos a personas que se desenvuelven en el mundo profesional y había conocido a alguien en el mismo acto.

Eso no fue todo. Al llegar a la locación me encontré con otra chica de ingeniería de semestres más abajo, muy linda y carismática con la que sólo había compartido un par de palabras en el campus.

Tras el concurso pudimos platicar y estrechamos un poco nuestra amistad, incluso fuimos a comer juntos y la pasamos genial.

Ese miedo que me quiso abstener de asistir al evento ahora lo veo como algo ridículo y agradezco haber pasado una de las mejores tardes en la universidad, junto a chicas lindas e interesantes cabe decir.

A fin de cuentas quiero decir que de vez en cuando atrévete a tomar oportunidades con las que no estás tan cómodo. Sal de tu zona de confort y encontrarás seguridad, encontrarás magia y encontrarás que la vida puede ser mucho más que una rutina diaria.


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